Las vacunas son preparaciones biológicas que proporcionan inmunidad adquirida contra una enfermedad específica. Generalmente, contienen antígenos que son versiones atenuadas o inactivadas del patógeno que causa la enfermedad, o componentes de dicho patógeno, como proteínas. Al ser administradas, las vacunas estimulan el sistema inmunológico del organismo para reconocer y combatir el patógeno en caso de una exposición futura. Esto se traduce en una respuesta inmune más rápida y eficaz, previniendo así la enfermedad.
Las vacunas son una de las herramientas más efectivas en la salud pública para controlar y erradicar enfermedades infectocontagiosas. Ejemplos comunes incluyen las vacunas contra la polio, el sarampión, la gripe y el COVID-19. Su uso ha llevado a una reducción significativa de la mortalidad y morbilidad asociadas a estas enfermedades en todo el mundo. Además, la vacunación no solo protege a la persona que recibe la vacuna, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, ayudando a proteger a aquellos que no pueden ser vacunados.
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